Habla sobre qué es el té verde de montaña.

　　¿Qué es el té verde de montaña? El té verde de montaña se refiere generalmente a las hojas de té que crecen a una altitud superior a los 1500 metros. En comparación con el té verde común, su período de crecimiento y época de recolección se extienden entre 20 días y un mes. La materia prima del té verde de montaña es un ingrediente clave para la elaboración de tés verdes de alta gama. ¿Cuáles son las principales características del té verde de montaña?

　　Se suele decir que en las montañas altas se produce un excelente té, debido a que el té verde de alta montaña recibe una larga exposición a la luz solar y disfruta de temperaturas más bajas, lo que favorece la formación de sustancias aromáticas en las hojas frescas, otorgándole un aroma fresco y cautivador. Pero, ¿cuáles son las características específicas del té verde de alta montaña? Entre los tés verdes, el té verde de alta montaña también es conocido como "té de nubes y niebla de alta montaña", nombre que refleja claramente que los árboles de té crecen inmersos en densas nubes y brumas de las montañas.

　　En las montañas, la luz predomina en tonos azul-violeta; bajo este efecto, las hojas de té producen con menor facilidad sustancias como polisacáridos y fenoles que afectan el sabor. Por ello, el aroma es más prolongado y delicado, el sabor resulta más dulce y refrescante, y el agua del té queda más clara. Además, debido a que las plantaciones de té se encuentran a mayor altitud, lo que reduce la capacidad de retención hídrica y conservación del suelo, las raíces del té de montaña tienden a ser especialmente desarrolladas.

　　Las raíces de estos árboles de té pueden extenderse profundamente en el suelo para extraer agua y nutrientes; y precisamente en las capas más profundas del suelo, ricas en minerales y prácticamente libres de contaminación, la calidad del té se manifiesta con un sabor claro, dulce y refrescante. Además, las montañas están rodeadas durante las cuatro estaciones por nubes y neblinas, lo que genera una alta humedad ambiental, abundante luz difusa y grandes diferencias de temperatura, condiciones que coinciden perfectamente con los requisitos del té para desarrollarse óptimamente, favoreciendo así la formación de ciertos compuestos en las hojas, lo que resulta en un té tierno y con un sabor suave, delicado y sedoso.