Habla sobre cuáles son los componentes del té.

　　Los flavanoles del té son un grupo de compuestos solubles presentes en gran cantidad en las hojas de té, y también constituyen la sustancia principal responsable de los efectos beneficiosos para la salud que este proporciona. Un ejemplo típico es la catequina (fenol), la cual posee múltiples propiedades, como actividad antioxidante (eliminación de radicales libres de oxígeno), efectos antiinflamatorios, reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares, disminución de los niveles de lípidos en la sangre, menor formación de grasa corporal, acción antimicrobiana e incluso modificación de la composición del microbioma intestinal.

　　El estudio indica que, media hora después de beber una taza de té, la capacidad antioxidante en la sangre (la capacidad para combatir los radicales libres) aumenta entre un 41% y un 48%, manteniéndose en niveles elevados durante una hora y media. Los pigmentos del té incluyen principalmente clorofila, beta-caroteno y otros compuestos, que tienen efectos como retrasar el envejecimiento y mejorar la belleza.

　　La teanina mejora la función cerebral, fortaleciendo la memoria y la capacidad de aprendizaje. También tiene efectos preventivos contra la enfermedad de Alzheimer (demencia senil), el mal de Parkinson y los trastornos de la función autonómica. Los polisacáridos del té son una mezcla compleja de diversos componentes. Estos polisacáridos poseen propiedades antirradiación, aumentan el número de glóbulos blancos y mejoran la inmunidad, además de ayudar a reducir el nivel de azúcar en la sangre. La creencia popular de que consumir té crudo infusionado puede ayudar a controlar la diabetes se debe principalmente a la acción de los polisacáridos del té.

　　El ácido γ-aminobutírico no está presente en grandes cantidades en las hojas de té naturales, pero su contenido aumenta significativamente tras el procesamiento del té. La principal acción del ácido γ-aminobutírico es dilatar los vasos sanguíneos, lo que ayuda a reducir la presión arterial, por lo que puede ser útil como complemento en el tratamiento de la hipertensión. Además, mejora la circulación sanguínea cerebral y fortalece la capacidad metabólica de las células cerebrales, lo que favorece la rehabilitación en casos como accidentes cerebrovasculares (derrames) y secuelas de arterioesclerosis cerebral.